martes, 22 de mayo de 2012

"Olé, olé" de Zoltán


Ayer lunes 23 alumnos de la UCM tuvimos la oportunidad de acudir a la exposición “Olé, Olé” en el Financiero Génova, en Madrid. Una serie de 28 cuadros pintados por el artista Zoltán, de origen húngaro; el mismo nombre de la colección da una gran pista sobre el tema, ya que recoge escenas taurinas y flamencas con los colores vivos que siempre han representado a España.
El propio artista nos concedió el placer de una pequeña “rueda de prensa”, donde nos contó su visión de los cuadros, el porqué de los colores, las formas y en general de su pintura.
Nacido en 1963 en Budapest llegó a formarse en la Sorbona en París, y con sólo 20 años consiguió exponer sus cuadros de manera profesional llegando a conseguir que el que fue presidente de Francia, Jacques Chirac comprara uno de sus cuadros.



Hace ya treinta años que Zoltán Fodor Lengyel vino a vivir a España, siguiendo a la que es su mujer que es española. Desde entonces ha sido director de la Fundación Apoyo el Arte y se ha dedicado a pintar sobre la historia del arte, como su exposición sobre la pintura del Greco; y hasta ahora no había querido tratar el tema tan “fácil” que era estos dos elementos de la cultura española. A pesar de eso, los cuadros de este pintor de considerada carrera, no son como cabe esperar cuando te dicen que es una exposición de “tores y flamencas”. En las imágenes pueden verse cuerpos, pintados de manera cubista, con colores intensos y formas precisas, pero sin resaltar rasgos. Se destacan dos círculos “que representan la vida y la muerte del torero” y la transición que se produce durante la “faena”.
Las poses y suertes de toreros y bailaoras no son al azar, sino que tienen detrás una larga historia de aprendizaje, de búsqueda, de documentación.
El autor nos cuenta como de su añoranza del mundo de la escultura, aporta a sus cuadros un toque de relieve, como el que vemos en las fotos, representado los brillos de los trajes de luces y los vestidos de ambos personajes.



Este relieve “no es como el de Barceló, este no se cae del cuadro”, nos cuenta. Hecho con una masilla especial y aplicado con espátula es un relieve que incluso puede tocarse, que no se verá transformado.
Zoltán es sin duda una persona carismática, que se desenvuelve perfectamente ante nuestras preguntas con ese curioso acento que recuerda al francés. Cuenta anécdotas continuamente y al final de la charla llega a afirmar que hoy en día y a lo largo de toda la historia, empezando por el cuadro más famoso del mundo (La Gioconda), consiste en el marketing.



Es por tanto una visita interesante, la cual no puedo concluir sin hablar de las vistas de Madrid que se apreciaban desde la planta catorce (donde se encontraba la exposición) del edificio del Club Financiero Génova.




Marina Ortiz



lunes, 12 de diciembre de 2011

¿Asturias o trabajas? (o estás en paro)

Quiero inaugurar este blog haciendo referencia a mi tierra, de la que ahora vivo lejos, a unos 500km, pues he tenido que mudarme a la capital para poder estudiar la carrera que me gusta (periodismo).
Antes de nada podéis ahorraros comentarios estilo: no tiene salida, vas a acabar en el paro, eso es para vagos/tontos/cualquiera puede ser periodista hoy en día, etc. Cansan.
Y centrándome en el tema de Asturias, voy más allá y quiero hablar sobre mi "llingua", el asturiano, bable, asturleonés...La lengua vernácula de mi comunidad. Esa lengua que nació del latín y se desarrolló en la Península al mismo tiempo que otras lenguas como el castellano, el gallego o el catalán. ¿Por qué entonces no disfruta de la categoría de lengua cooficial en su comunidad?, ¿por qué es tratado como si fuera un dialecto?. Nuestra lengua se está muriendo, está en grave situación de diglosia, y pocos son los que luchan por su mantenimiento y por ponerla en el sitio que se merece.
Actualmente hay unos 300.000 hablantes de asturiano, la mayoría en pueblos y gente mayor. Deberíamos concienciarnos todos de que hay que hacer algo para fomentar el uso de nuestra lengua "propia" y acercarla a la juventud.
Y termino con una duda que me planteo: los asturianos tenemos fama de ser grandes amantes de nuestra tierra (cosa realmente cierta, estamos orgullosísimos de vivir en Asturias y la alabamos siempre que podemos), ¿por qué no hacemos lo mismo con nuestra lengua?